China y las tres etapas en la dialéctica de Hegel.



El comunismo se ha convertido en sinónimo de oligarquía y pobreza, y el capitalismo de explotación y corrupción. Esto se refleja en la historia de China durante las últimas siete décadas. La historia ha demostrado que el comunismo, tal como lo introdujo Karl Marx en el siglo XIX, era poco práctico y contrario a la naturaleza humana, dada la inclinación intrínseca de esta última hacia la codicia y el egoísmo.



Consciente de las deficiencias del comunismo y el capitalismo, Xi Jinping, el presidente de China, ha adoptado una política de fusión de los méritos de estos dos sistemas. Esto coincide con la teoría de la dialéctica propuesta por el filósofo alemán GWF Hegel, quien influyó mucho en Marx y otros pensadores destacados.



Hegel vió la historia de la sociedad como una serie de conflictos y la civilización como un progreso a través de tres etapas, que se han denominado "tesis, antítesis, síntesis". Aunque cabe destacar que es Fichte el inventor de la nomenclatura triádica de tesis-antítesis-síntesis, reflejo de la estructura de las antinomias kantianas: tesis-antítesis-solución. Pero es Hegel quién le da mejor forma o desarrollo.

Vamos por el significado de tesis, antítesis y síntesis:

En la teoría filosófica idealista del alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), la tesis, la antítesis y la síntesis son las 3 fases de un proceso evolutivo del espíritu humano que se repite a sí mismo por la búsqueda de la verdad. También es conocida como la triada dialéctica. En filosofía, estos 3 elementos forman parte del proceso espiral en que se concibe la realidad, enmarcados en el método lógico de la dialéctica, que servirá posteriormente de base para fundamentar los estudios de Karl Marx.

En este sentido, Hegel afirma que toda realidad humana (pensamiento, conocimiento, historia, evolución, relaciones de poder, sistemas políticos) surgen en primera instancia de una tesis, que provoca una contradicción denominada antítesis y finalmente emerge una síntesis, conocida como la superación de dicha contradicción, generando nuevamente otra tesis que perpetúa el proceso.



Dialéctica hegeliana:

Hegel se define por el idealismo filosófico influenciado por Immanuel Kant. Esto significa que coloca el espíritu sobre la materia, o sea, que es la conciencia del sujeto que define lo real, por lo tanto, el sujeto presenta un papel activo en todo acto cognitivo. De esta manera, la dialéctica hegeliana forma parte de la filosofía del espíritu que inevitablemente busca lo infinito, la verdad, que en sí contiene también lo finito. En esta búsqueda mediante la dialéctica hegeliana, la contradicción se convierte en el motor del sistema lógico compuesto por las 3 fases anteriormente mencionadas.

La primera fase: es la tesis, la afirmación para el desarrollo del conocimiento y la acción (espíritu subjetivo). Hegel parte de la noción más simple: el concepto de ser, puesto que no hay nada más inmediato e indeterminado. Todo, cualquier cosa, sea lo que fuere, es, todo participa del ser. El punto de partida está pues, en el ser general, el ser puro y absolutamente indeterminado: no es, a fin de cuentas, más que una forma vacía de la afirmación por la cual no se afirma nada.

La segunda fase: la negación de la tesis, antítesis, crítica o contradicción de lo anterior (espíritu objetivo). Al hablar del ser, aparece entonces, una segunda categoría, su contrario: la nada. El ser se esfuma cuando tratamos de captarlo y nos viene a la mente su contrario. Y así comienza el movimiento dialéctico. Tampoco puede decirse algo de la nada, puesto que también es indeterminación pura. Hegel los considerará opuestos absolutos. El ser y la nada son absolutamente distintos pero a su vez, inseparables. Porque al intentar separalos, uno se desvanece en el otro.

La tercera fase: la generada por la crítica de la antítesis, síntesis. Es el proceso de superación de la contradicción (espíritu absoluto). En la dialéctica hegeliana, además del idealismo de Kant, se incluyen elementos como la historicidad y el progreso para el análisis de la realidad presentada.

La verdad entre el ser y la nada, reside en su conversión recíproca. El paso de la nada al ser y del ser a la nada. Esto es, el devenir, síntesis en la cual el ser y la nada se integran y cobran sentido. Y así, la síntesis, se convierte en la tesis de una nueva antítesis. El devenir puro es inconcebible, para que éste exista, ha de haber algo que devenga. El movimiento dialéctico continua buscando una nueva síntesis más concreta y determinada.



Dice Hegel en Fenomenología del Espíritu:

"El individuo singular tiene que recorrer, en cuanto a su contenido, las fases de formación del Espíritu universal, pero como figuras ya dominadas por el Espíritu, como etapas de un camino ya trillado y allanado".

¿No se entendió para algunos? Repasemos de nuevo y de manera más simplificada:

1- Tesis:

La tesis se define como la fase afirmativa del proceso dialéctico o también considerado como el estado original (ser). Podemos dar como ejemplo de tesis, la obediencia de los hijos hacia los padres, la sumisión de los trabajadores al empleador, la explotación del Estado a sus ciudadanos, la imposición de moral religiosa sobre los fieles, entre otros.

La tesis se da por verdadera hasta que surja una antítesis que la contradiga. En la dialéctica hegeliana, la tesis es promovida por el espíritu subjetivo, motivado por el desarrollo del conocimiento y de la acción, generalmente, a través de la conciencia, la autoconciencia y la razón.

2- Antítesis:

Cuando la tesis o estado original se enfrenta a su negación, nos encontramos frente a la fase de la antítesis (nada). Siguiendo la lógica de los ejemplos anteriores, las antítesis de ellas serían: la rebeldía de los hijos frente a los padres, la exigencia de derechos por parte de los trabajadores, el descontentamiento popular frente al sistema de gobierno y el cuestionamiento de la moralidad impuesta por la iglesia o el Estado de cualquier ideología.

La antítesis contradice la tesis, haciendo que el estado original se enfrente a su negación. En la dialéctica hegeliana, las negaciones son el motor que mantiene en movimiento el proceso. La antítesis es promovida por el espíritu objetivo, motivado por la realización del espíritu en el mundo. Esto se manifiesta, generalmente, a través del derecho, la moral y la eticidad.

3- Síntesis:

La síntesis es el proceso de superación de la contradicción de la antítesis (devenir, ideal absoluto). En este sentido, corresponde a la negación de una negación, o sea la afirmación de una nueva tesis. La síntesis resulta de la armonización entre la tesis y la antítesis hecho por el espíritu absoluto, definido como aquel que se reencuentra con la cultura de su Estado, generalmente expresado a través del arte, la religión y la filosofía.



La tríada dialéctica en la China contemporánea:

Desde que el Partido Comunista tomó el control del continente en 1949 en manos de Mao Zedong, la gente en China imaginó una nueva vida bajo el comunismo. Pero después de años de acérrimo totalitarismo, bajo dos campañas: el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, la gente se dió cuenta de que una economía centralmente planificada y comunista, la idea o tesis original, no era realista.



Convencida de que la economía de mercado, un punto de vista contradictorio (antítesis) era la forma de mejorar la vida de las personas, China inició un proceso de reforma económica en 1979 con Deng Xiaoping, cuando se legalizaron las actividades de libre mercado y las empresas individuales en el país comunista. Y eso pareció tener éxito, ya que se logró un crecimiento notable en los años siguientes, pero junto con la corrupción entre los funcionarios y empresarios y las crecientes disparidades de ingresos.



Estos problemas quedaron sin resolver hasta que el presidente Xi Jinping llegó al poder en 2012. Desde entonces, una campaña contra la corrupción y la erradicación de la pobreza se han convertido en su principal prioridad. Acompañado con la idea del Tianxia y el sueño chino, perfilando a China como primera potencia mundial para los venideros años.




La combinación de los beneficios del capitalismo y el comunismo representan la tercera etapa de la dialéctica de Hegel: la síntesis. A medida que se desarrolla una sociedad, la contradicción es inevitable y las nuevas teorías sustituyen rutinariamente a las antiguas. La teoría de Xi, como las de sus predecesores, no es una excepción.



Cómo conclusión, el idealismo hegeliano postula que la sociedad humana se acerca al ideal, es decir, la idea absoluta, mediante una larga sucesión dialéctica en la cual cada solución (síntesis) de la tensión entre opuestos (tesis y antítesis) a su vez va a ser la tesis de un siguiente proceso dialéctico, hasta que no queden más oposiciones por ser resueltas.

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