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Mostrando las entradas de marzo, 2022

China y las tres etapas en la dialéctica de Hegel.

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El comunismo se ha convertido en sinónimo de oligarquía y pobreza, y el capitalismo de explotación y corrupción. Esto se refleja en la historia de China durante las últimas siete décadas. La historia ha demostrado que el comunismo, tal como lo introdujo Karl Marx en el siglo XIX, era poco práctico y contrario a la naturaleza humana, dada la inclinación intrínseca de esta última hacia la codicia y el egoísmo. Consciente de las deficiencias del comunismo y el capitalismo, Xi Jinping, el presidente de China, ha adoptado una política de fusión de los méritos de estos dos sistemas. Esto coincide con la teoría de la dialéctica propuesta por el filósofo alemán GWF Hegel, quien influyó mucho en Marx y otros pensadores destacados. Hegel vió la historia de la sociedad como una serie de conflictos y la civilización como un progreso a través de tres etapas, que se han denominado "tesis, antítesis, síntesis". Aunque cabe destacar que es Fichte el invent

La filosofía fatalista de Emil Cioran.

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El fatalismo histórico y el sentido trágico son motivos recurrentes en la literatura europea. De Heráclito a Heidegger, de Sófocles a Schopenhauer, los representantes del punto de vista trágico señalan que la forma más breve de la existencia humana sólo puede ser superada por la heroica intensidad del vivir. La filosofía de lo trágico es incompatible con el dogma cristiano de la salvación y el optimismo de las ideologías modernas. Muchas ideas gnósticas, convertidas en políticas ideológicas y teologías modernas, se basan en la suposición de que "el futuro radiante", "la revolución ideal", está a la vuelta de la esquina, y que el miedo existencial se puede dominar mejor aceptando un concepto histórico lineal y progresivo. Emil Cioran es visto erróneamente como un filósofo pesimista, ateo, existencialista y nihilista. Mucho se ha dicho sobre él, para empezar decir que fue filósofo como tal, sería una aberración, ni existencialista y mucho menos

El mesianismo de Rusia.

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Una nación legitima su existencia luchando en pos de un poder hegemónico e imperialista. El mesianismo no es otra cosa que el combate y el sufrimiento de una nación por la totalidad y la conquista de su historia, expandir su influencia a través del imperio a los demás pueblos, es decir, emprender una tarea de "mesias", dónde esta crea ser la portadora de dicha salvación y realizarla febrilmente. La voluntad de hacer historia debe elevarse de las raíces de un pueblo y circular irresistiblemente en su sangre para irrigar la suma de valores por las cuales se pelea. Hay tantos pueblos, pero tan pocas naciones, porque, si bien muchos de ellos sienten una llamada mesiánica, no pueden realizarse en una suma de valores, ni realizarse. Durante todo el siglo XIX, los rusos no han tenido otra obsesión que la de ocuparse de su destino. Y, gracias a este tormento teórico, Rusia está efectivamente comprometida con la historia, situada en su centro cosmológico. Todos

Rusia: expandirse o morir.

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Por Michael Neudecker. Rusia hace siglos que cuenta como una de las potencias más importantes del mundo. Desde el siglo XVIII ha sido uno de los protagonistas de la escena política internacional y ha demostrado su capacidad para expandirse, así como para reponerse de sus crisis. Por ejemplo, en el presente, y tan sólo de 25 años después del desplome de la URSS y de su imperio, Rusia es una de las potencias económicas emergentes del planeta y se encuentra en pleno proceso de reconstrucción de su influencia política. Para ello se sirve de su enorme reserva estratégica de energías como gas y petróleo, y su capacidad para influir en los países que dependen de esas energías.  Rusia y su presidente Putin se encuentran en pleno proceso de reconstrucción de la influencia y el prestigio del antiguo imperio ruso. Ha contestado a las sanciones europeas por la crisis de Ucrania con sanciones propias (que sufren por ejemplo los agricultores españoles), ha firmado con China i